Sabemos poco sobre la vida en el medio marino no solo por su extensión y por su gran profundidad sino por la falta de científicos dedicados a estos trabajos y por la falta de medios técnicos, no obstante siempre nos sorprenden e impresionan las características de ciertas especies.
La gran ballena azul según David Attenborough es una criatura de proporciones tan desmesuradas que su lengua pesa tanto como un elefante, tiene el corazón del tamaño de un automóvil y algunos de sus vasos sanguíneos son tan anchos que podrías bajar nadando por ellos. Sin embargo la vida de estas ballenas todavía sigue siendo un misterio aunque se ha avanzado mucho en las rutas que realizan para la cría y en el significado de sus cantos.
Otros misteriosos seres son los calamares gigantes, por supuesto más pequeños que las ballenas azules pero no como para encontrarnos con ellos dándonos un tranquilo baño, tienen unos ojos tan grandes como balones de fútbol y sus tentáculos pueden llegar a medir hasta 18 metros, tira una cuerda y ¡veras!.
Por cierto se conoce su existencia por sus restos acumulados en las playas de Nueva Zelanda y son la dieta básica de los cachalotes, estos al comérselos no pueden digerir la parte de su boca llamada pico y sus restos se acumulan en el estómago dando lugar a una sustancia conocida como ámbar gris. El ámbar gris es empleado como fijador en perfumería por lo que cuando te perfumes piensa en lo que te estas echando.
Si os inquietan estos temas aquí tenéis una noticia sobre una nueva bajada a más de 10000 metros de profundidad en la fosa de las Marianas